Hola Soñadora
Sabemos que hay gente que confunde el brocado con el damasco, creen que es el mismo tejido pero no.
Es cierto que los dos son jacquares, pero no es lo mismo, así que hemos pensado que hoy vamos a ver el brocado y en las próximas entradas veremos el damasco y también las diferencias entre ambos.
Esperamos que te guste la idea, ¡vamos con el brocado!
El brocado es un tejido de seda compuesto por diferentes tramas. Originalmente las tramas que se superponen se tejían con hilo de plata u oro, lo que hacía el brocado el ideal para la confección de prendas de lujo.
Con estos hilos metálicos se confeccionan distintos dibujos y figuras, parecen bordados pero no lo son.
Actualmente, además de la seda se utilizan materiales como la lana, algodón o fibras artificiales pero, eso sí, siempre formando relieves de flores u hojas.
Como no podía ser de otra forma, vamos a dar un paseo por la historia del brocado ¡vámonos!
Origen del brocado
Se sabe que el brocado procede de China, donde por orden del emperador, se mantuvo en secreto su producción hasta el año 500 a.C.
Fue entonces cuando se reveló el secreto en Bizancio (la actual Turquía) y se empezó a extender la elaboración a occidente.
Empezó a fabricarse en Bizancio y de allí se extendió a Italia, sobre todo a Génova, Milán, Venecia y Florencia.
En Europa era considerado un tejido muy valioso, tanto por la utilización de la seda en su elaboración como por su complejidad y, por ello, era de uso exclusivo de la realeza, nobleza y clero de alto rango.
En el siglo XVII se empieza a fabricar en Francia el brocado de Lyon y se intenta simplificar su proceso, pero no se consigue hasta la invención del telar de Jacquard en 1805.
Este telar mecánico revoluciona el mundo de los tejidos, sobre todo los brocados, de esta manera se abarata su producción y es accesible a otras clases sociales.
Evolución del brocado
Durante el período bizantino se comienza a utilizar en túnicas greco-romanas muy ostentosas que lucían los emperadores chinos, bizantinos y japoneses, pero también se utiliza en decoraciones.
En la Edad Media, cae en desuso porque la Iglesia prohíbe el uso de telas ostentosas, excepto para el clero, ¡mira que listos ellos!
En la Alta Edad Media, son disponibles para los más ricos porque el emperador bizantino cobraba barbaridades por sus telas, y por eso también empiezan a exportarse los brocados de origen persa.
Además, para la confección de ropas o tapices se adornaban con piedras preciosas o semipreciosas ¡imagina el precio!
En la Baja Edad Media los nobles tenían muchas actividades de entretenimiento y eran ideales para lucir modelito, por lo que los adinerados y nobles vestían con brocados de seda de Italia o terciopelos con pieles de Alemania.
Durante el Renacimiento, también fueron importantes los brocados.
La lana y la seda eran los principales tejidos utilizados para ellos.
En Italia se mejoran los telares pudiendo realizar tejidos más complejos y lujosos, lo que la convirtió en el fabricante más importante de brocado.
Aunque los motivos seguían siendo de origen chino, indio y persa, algunos pintores renacentistas diseñaron algunos bocetos.
En la actualidad, los brocados se utilizan principalmente para tapicería y cortinas, aunque también para ropa de noche, formal e incluso disfraces.
En India, los brocados de Baranasi se utilizan para la confección de saris, vestidos y dupattas.
Ya no se utilizan piedras preciosas para decorar los brocados y, en su lugar, se utilizan lentejuelas o pedrería.
Con los telares de Jacquard se crean diseños complejos con esta técnica al igual que los brocatelles, damascos y otras telas similares conocidas como «patrones jacquard».
Con la llegada del siglo XX, Dior y Balenciaga en la década de los 50 impusieron el brocado en sus colecciones.
En la actualidad se usa combinando con telas más livianas.
Tipos de brocado
El brocado, como ya hemos comentado, no es un tejido estampado ni bordado, sino que su dibujo se consigue en el telar.
Hay varias clases y calidades de brocado que veremos a continuación.
El brocado a tres altos es el de mayor calidad y el brocadillo el de menor calidad, pero hay más:
El brocatel
Es una tela gruesa con flores o figuras salientes, se fabrica en telar mecánico y actualmente ha desaparecido su producción artesanal.
Aunque en sus comienzos se hacía con algodón o seda grosera en la actualidad sólo se hace con algodón.
Se utiliza para tapices, cobertores, cortinas, etc.
El mejor brocatel procedía de Venecia aunque después las fábricas de Milán y Génova lo producían en mayor cantidad, menor precio y más colores (verde, amarillo, azul y carmesí).
El lampás o lampazo
Se utiliza exclusivamente para tapizar muebles o paredes y también para confeccionar colgaduras.
Tiene fondo de raso y los dibujos en dos tramas con lo que se consiguen dos colores.
Es de los brocados más fuertes, con dibujos de mucho efecto que suelen representar flores arabescos o medallones.
El brocado de seda
Es un tejido suave, liso y muy brillante, tal como solía ser en su origen.
El brocado de algodón
Este brocado tiene patrones (dibujos) más sutiles y también es más ligero que el de seda.
El brocado de India
Procedentes de India son los brocados Jamdani, Balucar, Paithani y Himru.
Son brocados que suelen utilizarse en la confección de saris.
El Jamdani es muy fino y brocado con algodón, mientras que Himru es de algodón y seda.
El brocado de Zari
Este brocado tiene hilos de oro y plata para formar los patrones.
El zari dorado o plateado se utiliza con sedas de colores para crear varios motivos en este brocado.
Aunque originalmente estaba hecho de plata real con un 98% de pureza, en la actualidad se usa sintético. Y, los hilos de oro son hilos de plata con esmalte de oro.
Los motivos de los patrones suelen ser ramos de flores, flores, estrellas, lunas, etc.
¿Qué puedes hacer con el brocado?
El brocado es una tela costosa, ya tenemos claro el motivo, se utiliza para la confección de ropa, tapicerías, vestimentas religiosas y ropa de hogar. También para confección de vestidos de novia y eventos como ropa de noche.
Y, en algunas zonas, en indumentaria.
También se utiliza para hacer bolsos, carteras, cortinas, cabeceros y otras decoraciones de hogar.
Debes tener en cuenta que no es difícil de coser, pero sí se deshilacha bastante.
Si vas a utilizarlo en confección, necesariamente tendrás que utilizar un forro para evitar que se enganche y estropee.
Y mucho ojo con la plancha y el lavado, mejor acudir a la tintorería.
Y, por hoy, esto es todo.
Te esperamos para contarte cosas sobre el Damasco que es otro tejido alucinante.