Hola Soñadora, hoy te traemos un imprescindible en la costura.
Si bien no es una herramienta «básica» como puedan ser las agujas o las tijeras, es sumamente importante.
Es cierto que los tejidos cada vez vienen mejor tratados para evitar la aparición de arrugas, y que suelen quedarse bien con un lavado y secado correctos, pero a la hora de coser, ¡es imprescindible!
No me negarás que un buen planchado en cada costura supone una diferencia increíble en el resultado final tanto si es prenda de ropa o un accesorio.
Por eso, ¡vamos a conocerla mejor! ¿vienes?
¿Cuál es el origen de la plancha?
Ya en el siglo IV a.C para los griegos era signo de refinamiento e impotancia social vestir sin arrugar ¡imagina lo que debía costarles! porque se trataba de grandes bloques de piedra que alisaban por presión.
Algo después, empezaron a utilizar barras de hierro que calentaban y utilizaban como un rodillo de amasar pan para marcar los pliegues.
Unos siglos después, los romanos planchaban y plisaban los vestidos con una especie de mazo que martilleaba las arrugas, por supuesto, este duro trabajo se reservaba a los esclavos.
Los chinos, en el siglo IV, alisaban la seda con unos recipientes de latón provistos de un mango en cuyo interior ponían trozos de madera aromática ardiendo.
De esta forma, los tejidos se alisaban e impregnaban del aroma.
Esta plancha era muy avanzada para su época.
Mira la diferencia con los vikingos, sí sí, muy brutos ellos pero en el siglo X hay pruebas de que apreciaban las prendas sin arrugas y plisadas para lo que utilizaban una especie de hongo invertido con el que repasaban la ropa húmeda.
Esta dificultad de formar los pliegues era un indicador de la posición social porque los campesinos no tenían tiempo de planchar con esmero y cuántos más pliegues tenía la ropa era indicador de los sirvientes que se tenían.
La plancha en occidente
En europa, hasta el siglo XV se utilizaba un alisador de madera, vidrio o mármol que se usaba en frío. Luego llegaron las «planchas calientes»,que eran una especie de cajas en las que se ponía un ladrillo que calentaban con brasas.
Las familias más humildes utilizaban una plancha maciza con mango que se calentaba al fuego, pero tiznaba la ropa con el hollín que se pegaba a la superficie.
Sí, los pliegues siguen siendo causa de distinción social, ya que lucir un vestidocon plisados indicaba la tenencia de servidumbre.
También, en esa época, se usaban los hierros para rizar volantes y unas tablas para planchar las mangas, e incluso, un artilugio para rizar «lechuguillas, cabezones y puñetas» ¿Conoces estas partes de las prendas?
Había planchas especiales para los sombrereros, los confeccionistas de cuellos altos y gorgueras e, incluso las lavanderas que tenían unas planchas enormes que se calentaban directamente en el fogón.
Posteriormente, aparecieron unas planchas que se calentaban con agua hirviendo, gas y hasta con alcohol.
Algo más tarde,las planchas de carbón, que se hicieron muy populares.
Las planchas de gas aparecen en el siglo XIX, cuando se pone de moda el gas de alumbrado.
Algunos inventores trasladan el gas a la plancha, pero tenían frecuentes escapes y explosiones lo que no las hacía muy recomendables.
Vale, pero ¿quién inventó la plancha?
Es una respuesta más difícil de lo que parece, ya que hay tantos inventores como tipos de planchas, ¡vamos a verlas!
El inventor de la plancha eléctrica
Henry W. Weely, el 6 de junio de 1882, obtiene la patente de Estados Unidos para la plancha eléctrica.
Era un modelo poco práctico ya que solo se calentaba enchufada en su soporte y se enfriaba rápidamente.
Además, no tenía termostato regulable y las prendas se quemaban.
Se le llegó a llamar «el invento de los tontos!, ya que la idea era excelente pero su aplicación no era posible.
En 1897, Charles Carpenter, camarero de Minneapolis dota a la plancha de una resistencia espiral, con lo que se solucionan algunos de los problemas del artilugio de Henry.
En 1906, Richardson se lanza a la fabricación de planchas y ¡fue él quien le dió el nombre al aparato!
El problema de la plancha eléctrica en esa época, era el mismo que el resto de aparatos eléctricos.
Hasta 1905 las centrales eléctricas no se ponían en funcionamiento hasta la puesta del sol y paraban al despuntar el día.
Esto acaba gracias a un revisor de contadores canadienses de Ontario, Earl Richardson.
Earl solía hablar con las amas de casa y sabía que se quejaban de dos cosas: que las planchas era muy pesadas y, además, no podían utilizarlas durante el día.
Earl patentó su propio artilugio planchador, habló con los productores de electricidad convenciéndolos del gran negocio que sería el suministro de energía electrica durante todo el día.
Asignaron el martes para hacer el experimento y se demostró que estaba en lo cierto.
Y consiguió vender las planchas eléctricas que hacía ¡de manera artesanal! una a una en su casa.
No, no iba a ser todo bonito, tenían un defecto y es que calentaban de forma irregular y se producía un punto caliente que podía estropear el planchado.
Estudió el defecto, lo corrigió y se quedó con el nombre de Hot Point (punto caliente) para emplearlo como marca.
Mira si tuvo éxito que en los «felices años 20» se vendieron en Estados Unidos unos tres millones de planchas electricas al año, ¡a 6 dólares la unidad!
¿Quién inventó la plancha a vapor?
Una pequeña empresa neoyorkina de limpieza química fue la que desarrolló y perfeccionó el invento de la plancha a vapor, Eldec Company.
Las planchas de vapor no chamuscaban la ropa ya que la rodeaban de una humedad uniforme.
Como los tejidos que iban saliendo al mercado eran cada vez más sintéticos, el vapor se presentaba como la solución ideal.
Las primeras planchas a vapor sólo tenían un orificio de salida.
En la década de los 40 se fabrican con dos, cifra que se va aumentando ya que se convierten en un tema trascendental para los fabricantes.
Westinghouse las fabricaba con 16 agujeros, pues Protor-Silex, le añade un agujero más.
Eso sí, mientras el número de los agujeros aumentaba, disminuía su diámetro porque la superficie de la suela era la misma.
En la guerra de los agujeros, Sears llega a los setenta y, poco después, Presto añade ¡10 agujeros más!
Una curiosidad graciosa sobre la plancha
Dejamos la guerra de los agujeros de vapor para ver quien inventó la limpieza o planchado en seco.
En el París de 1855, un tal monsieur Jolly que regentaba la primera lavandería con servicio de planchado, descubrió que tras caer un poco de esencia de trementina sobre la prenda que planchaba ¡la mancha desaparecía!
Fue tal su alegría que besó a la plancha y, por supuesto ¡se quemó los labios! pero descubrió la limpieza en seco.
Y con esta graciosa curiosidad, finalizamos nuestro recorrido por la plancha.
Esperamos que te haya gustado y le tengas un poquito más de cariño 😉.
Por supuesto, te esperamos en la siguiente entrada ¡disfruta!
Las puñetas si que las conozco,son lo que llevan los jueces en la bocamanga,pero las lechuginas y cabezones he tenido que hablar con mi amigo Google que lo sabe todo 😂😂curiosa vida la de la plancha 😍
jajaja, las puñetas creo que las conocemos todos. Sí, Google es lo más