¿Cuántas veces crees que te hablan en chino al hablar de tejidos?
Y más aún cuando estás empezando, esperamos darte algunas aclaraciones con la ayuda de las guías de costura de Burda.
En primer lugar, debemos saber que la fibra es el material del que se obtienen los tejidos y hay que distinguir entre fibras naturales y fibras químicas.
Dentro de las fibras natural tenemos las fibras de origen vegetal como son el algodón y el lino (últimamente el bambú intenta hacerse hueco) y las de origen animal que serían la lana, el pelo animal y la seda.
Respecto a las fibras químicas, se dividen en fibras químicas celulósicas que son la viscosa, acetato y triacetato que provienen de materias vegetales (celulosa), y las fibras químicas sintéticas obtenidas de petroquímicos como es el caso del poliéster, poliamida, fibra poliacrílica, etc.
Estas últimas fibras se fabrican sometiendo al petróleo a distintos procedimientos químicos que lo convierten en granulado (gránulos o recortes) que se funde y se prensa mediante polímeros para obtener hebras interminables que se transformarán en las fibras e hilos más diversos con efecto lana, algodón o seda.
Actualmente, muchos de estos tejidos ya no proceden 100% del petróleo y se utilizan métodos de reciclaje.
En las próximas entradas veremos estas fibras con más detenimiento.
ALGODÓN
Como bien sabes, se obtiene de las semillas del algodonero.
Puedes encontrar distintas calidades, dependiendo de la longitud de la fibra.
Es mejor y más caro cuanto más larga sea la fibra.
Es muy resistente al uso, al rasgado y al calor.
Su característica especial es su gran poder de absorción, ya que puede llegar a absorber hasta un 20% de su propio peso de humedad sin que se note húmedo y hasta un 65% sin gotear, eso sí, se seca despacio.
Mediante el mercerizado (te sonará mucho por los hilos), que es un tratamiento con sosa caústica y un estiramiento simultáneo de las fibras, se consigue un ligero brillo (satinado) y se aumenta la resistencia al rasgado y la capacidad de absorción.
Mediante el perchado se puede mejorar su capacidad para conservar el calor.
Aunque es un tejido que tiende a arrugarse y encoger tras el lavado, en la actualidad se aplican tratamientos especiales que pueden conseguir que no encoja y apenas se arruge, convirtiéndolo en un tejido de fácil cuidado.
Dependiendo de los tratamientos a los que haya sido sometido, se pueden lavar a máquina hasta 95ºC si es ropa blanca o de color que no destiñe, hasta 60ºC si es ropa de color y hasta 40ºC la ropa delicada.
La ropa blanca debes lavarla con un detergente normal, mientras que la de color se recomienda un detergente sin blanqueador o para ropa delicada.
Nosotros apostamos siempre por detergentes naturales, que cada día son más fáciles de encontrar.
Respecto al uso de secadora, ten en cuenta que suele encoger los tejidos.
Por lo que respecta al planchado, elige la función algodón / lino, y se recomienda plancharlo cuando está un poquito húmedo o hacer uso del vapor.
LINO
Se obtiene de los tallos de la planta del lino.
Posee una superficie fina que le proporciona un brillo sedoso, es resistente a la suciedad y no hace pelusa.
Tiene gran poder absorbente llegando a acumular hasta el 23% de humedad y favorece la regulación térmica natural del cuerpo por lo que es excelente para la ropa de verano.
Es muy duradero y aún más resistente al rasgado cuando está mojado.
En su contra podemos decir que, por el gluten vegetal que posee, es más rígido y áspero que el algodón y se arruga.
Puede lavarse en agua caliente, aunque a una temperatura menor que el algodón.
El lino de color a 60ºC y la de prendas delicadas a 40ªC, es conveniente utilizar un centrifugado flojo para que se arrugue menos.
Como en el caso del algodón, usaremos detergentes para ropa delicada o sin blanqueador.
Puede usarse la secadora, pero hay riesgo de que la prenda encoja.
Soporta temperaturas altas en el planchado, pero debería plancharse en mojado o con un paño húmedo entre la prenda y la plancha o con mucho vapor.
FIBRA DE CAÑAMO
Los tejidos de fibra de cáñamo son resistentes, transpirables e hipoalergénicos.
Es una robusta fibra natural respetuosa con el medio ambiente, por lo que es muy apreciada por los fabricantes de ropa sostenible.
La planta de cáñano es de rápido crecimiento y tiene una gran producción de fibra. Además no es necesario utilizar productos químicos ni en su cultivo ni en la cosecha, ni en el procesamiento.
RAMIO
El ramio, también llamado hierba china, lino chino, lino de hierba u ortiga china, es una fibra de tallo tropical de la familia de las ortigas.
Es una de las plantas textiles más antiguas del mundo.
Sus fibras son finas, fuertes, brillantes y de excelente calidad.
Tiene propiedades similares al lino y destaca por su resitencia y por aguantar altas temperaturas.
¿Lo conocías?
YUTE
Las fibras de yute son largas, suaves y lustrosas.
Están compuestas de celulosa y lignina y se tejen en hilos fuertes adecuados para gran variedad de usos, desde bolsos, bolsas y otros accesorios o para decoración del hogar como cortinas y manteles.
Junto con el algodón, está considerado como una de las fibras naturales más apreciadas.
BAMBÚ
Su fibra dura, áspera y resistente no se utiliza directamente como el algodón, el lino o el cáñamo.
Los tejidos de bambú se fabrican con viscosa de bambú y por eso podríamos decir que es una fibra natural o sintética.
En nuestra tienda puedes encontrar gran número de tejidos de fibras naturales vegetales, tal vez te apetezca hacernos una visita 😉
Hasta aquí el recorrido por las fibras naturales de origen vegetal, te esperamos en el siguiente «capítulo» para hablar de las fibras naturales de origen animal.