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Las fibras naturales de origen animal

Si en la entrada anterior hablamos de las fibras naturales de origen vegetal, hoy nos toca hablar de las de origen animal.
Hay menos variedad ya que, en realidad, son solo dos: la lana y la seda.
¿Vamos a verlas?, lo haremos con la ayuda del segundo número de la Guía de costura de Burda.

Lana

Aunque la mayor productora de lana es la oveja, según las leyes de etiquetado de productos textiles, también puede designarse como lana otros tipos finos de pelo animal, como es el cachemir y el mohair que son dos tipos de cabra, la angora que es pelo de conejo y la alpaca y el pelo de llama o camello.

ovejas, cabras de cachemire, conejo de angora y alpacas, algunos de los productores de lana.

Si en la etiqueta aparece 100% lana, pura lana o lana puede tratarse de cualquier tipo de lana, de menor calidad o reciclada proceente de restos o de lana usada.
En cambio, el término «lana virgen» solo puede usarse cuando la lana procede de animales vivos sanos y contiene menos del 7% de otras fibras.
Y la «pura lana virgen», solo puede incluir el 0.3% de otras fibras.
Este símbolo garantiza que la lana virgen ha sido controlada por el Secretariado Internacional de la Lana.

pura lana virgen

Propiedades

Dentro de las propiedades de la lana encontramos que es resistente a la suciedad y tiende a arrugarse poco, por lo que es suficiente dejar colgada y secar al aire libre para que desaparezcan las arrugas y los malos olores.
La lana repele las gotas de agua, pero puede absorber hasta un 40% de humedad en forma de vapor, eso sí, seca despacio.
Es una fibra que mantiene muy bien el calor y, mediante el abatanado se puede aumentar todavía más su aislamiento térmico e impedir que pase el aire.

Cuidados

Mucha gente huye de la lana por sus cuidados, pero no es para tanto.
Debe lavarse a mano utilizando un detergente para lana o ropa delicada, con una temperatura del agua no superior a los 30ºC, con agua abundante y sin frotar o retorcer.
No debe dejarse a remojo mucho tiempo.
Las lanas «sin pelo» pueden lavarse en la lavadora, utilizando el programa para lana o prendas delicadas sin exceder la temperatura indicada.
Podemos suprimir el centrifugado y enrollarlas en una toalla para escurrir con cuidado.
Es importante que, si la prenda está mojada, se seque en horizontal y no se cuelgue. Evitaremos el sol directo o ponerla sobre el radiador y, por supuesto, huiremos de la secadora.
Para plancharlas utilizaremos la temperatura media, la opción de lana e interprondremos un paño húmedo y usaremos el vapor.

Si tenemos una chaqueta, pantalón, falda o abrigo, será mejor llevarlas a la tintorería.

La seda

La seda natural proviene del capullo del gusano de seda, siendo la de mayor calidad la que se extrae hilando las interminables hebras de unos 1000 metros de largo de la parte central del capullo.
Las sedas azache y adúcar, se elaboran de la última capa interna del capullo que es la que conserva más sericina (goma natura).
La seda salvaje se optiene de los capullos de los gusano de seda silvestres.


capullos de gusano de seda

Propiedades

La seda se utiliza durante todo el año por su gran poder aislante, es un tejido natural que calienta cuando hace frío y es fresca cuando hace calor, ¿a qué pensabas que era sólo para tiempos cálidos?


Todas las telas de seda pueden absorber aproximadamente la mitad de su peso en humedad sin que se noten húmedas al tacto, y favorecen la rápida evaporación del sudor corporal.
Eso sí, cuidado porque el sudor puede producir manchas muy feas y producir un tacto quebradizo, si eres de mucho sudar no es recomendable para tí.

Tiene una gran resistencia al rasgado, a pesar de su apariencia de tejido frágil.

Dependiendo del tratamiento al que se someta, la calidad y el tipo de tejido, puede ser muy ligera y suave o pesada y rígida con tendencia a arrugarse.

Cuidados

Lo mejor es la limpieza en seco, el tafetán, brocado de seda, chifón, organza, satén o georgette deben limpiarse en tintorería.
También se recomienda para sedas estampadas o de colores oscuros, ya que la seda absorbe mucho tinte y podría desteñirse al lavarla.
Aún así, si las vas a lavar en casa, mejor a mano con agua a un máximo de 30ºC y detergente para prendas delicadas. Por supuesto, sin frotar, cepillar ni retorcer o centrifugar.
Hay que aclarar muy bien con agua fría y puedes añadir al último aclarado un chorrito de vinagre para avivar los colores y darle suavidad.

No se puede centrifugar ni secar en secadora, envuelvela con mimo en una toalla y aprieta con suavidad para escurrirla.
Evita secar a sol directo o delante del radiador.

¿Cómo las planchas?
Del revés, a temperatura suave y en el programa de seda.
Debes plancharla cuando esté un poquito húmeda, excepto la seda salvaje que debe estar completamente seca.

Esperamos que esta entrada te haya gustado y ayudado a conocer un poco más las fibras naturales de origen animal.
Nos vemos en la siguiente.



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