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Descubre el origen, evolución y usos del acerico o alfiletero, una herramienta esencial en el mundo de la costura que ha acompañado a los costureros a lo largo de los siglos.

El Origen, Evolución y Usos del Acerico o Alfiletero

Hola Soñadora. en este maravilloso mundo de la costura, hay herramientas fundamentales aunque a veces pasen desapercibidas.
Una de esas herramientas es ¡el acerico!, que tal vez conozcas como alfiletero ¿quieres conocer más cosas sobre él?
Si estás con nosotros desde el principio sabrás que le dedicamos una publicación, pero hoy ¡repasamos y ampliamos!

El origen del acerico o alfiletero

El nombre de acerico, deriva del diminutivo de «hazero» o almohada, aunque otras fuentes lo derivan del diminutivo de «acero», que es el metal con el que históricamente se forjaban los alfileres.

Sea como fuere, el acerico tiene una historia variada que se remonta allá por el siglo XV en Europa.
Los primeros alfileteros eran auténticas obras de arte que se elaboraban con materiales como marfil, plata y seda, ya ves que no cualquiera tenía un alfiletero.
Solo los nobles y algunos sastres destacados podían permitirse este lujo y solían guardarlos en cajitas muy especiales hechas para ello.

No, el alfiletero no era una herramienta sino un objeto de lujo revelador del estatus social ¡menos mal que las cosas cambian!

La evolución del acerico o alfiletero

Como ya sabemos, el acerico ha evolucionado en diseño y funcionalidad porque hoy en día toda costurera tiene uno o varios y de distintos tipos, pero veamos un poco su evolución.

A partir del siglo XVIII se empiezan a usar pequeños cojines para pinchar y almacenar los alfileres.
Se hacían con ricas telas, terciopelos y brocados, e iban montados en figuras decorativas de plata.

Los más comunes eran con forma de zapato, en su mayoría eran más un adorno que un útil de costura.

A partir del siglo XIX, se normaliza el uso del acerico y se vuelven de uso común y, en muchos casos, de confección casera porque no todos se podían permitir su compra.
En esta época también se pusieron de moda los alfileteros en forma de muñeca de porcelana, que eran meramente decorativos porque eran sumamente frágiles.
De estos alfileteros hoy en día se conservan unas colecciones maravillosas.

Durante la época victoriana, los alfileteros adoptaron formas decorativas, como frutas, flores y animales.
Este período marcó un auge en la creatividad y la artesanía aplicada a estos pequeños pero importantes objetos.

En el siglo XX, se empiezan a fabricar en masa y se utilizan materiales más accesibles como el algodón y el poliéster.
Diseños más simples y económicos pero siguen siendo creativos.
Podemos encontrar alfileteros redondos, con forma de muñeca, magnéticos ¡hay de todo!

Los acericos más destacados

La forma de acerico más popular que ha llegado hasta nuestros días desde la época victoriana, es el tomate con una fresa colgando.
Este acerico viene de una tradición popular de la época que decía que si colocabas un tomate en la repisa de la ventana de una casa nueva se atraía la prosperidad y se limpiaba de malos espíritus.
Pero claro, antes solo había tomates en temporada así que lo solucionaron confeccionando uno con tejido rojo rellenado de arena o serrín y unos adornos verdes ¡y se convirtieron en alfileteros!
Para evitar que se oxidara el acero rellenaban el tomate de lana de mecha y la fresa con arena para limpiar y afilar los alfileres (no se deja nada al azar)

Otro acerico que ha llegado hasta nuestros días son los chinos con sus alegres colores y sus coletas de hilo.
Originalmente tenían 12 muñecos que representaban los signos del zodíaco pero hoy en día depende del tamaño del acerico.
En nuestro primer escaparate tuvimos uno ¿lo recuerdas?

¿Para qué usamos el acerico hoy en día?

Antes el acerico o alfiletero era un artículo de lujo y hoy en día es una herramienta básica para toda costurera, en cualquiera de sus versiones ¿por qué?

Porque nos ayuda a mantener los alfileres y las agujas en un lugar evitando que se pierdan.
Porque al colocarlos en el alfiletero se protege la superficie de trabajo y el propio alfiler.
Porque nos deja trabajar más cómodamente teniendo los alfileres y las agujas bien a mano.
Porque, si está relleno de arena o serrín mantiene bien afilados los alfileres y las agujas.
Porque decoran, sí, hay algunos que son muy muy bonitos y dan un toque ideal a nuestro espacio de trabajo.

¿Quieres más razones?
Los hay portátiles, ya sean de muñeca o de cajita.
También los hay con departamentos para guardar botones y dedales.
Seguro que hay más, pero ahora mismo no se me ocurren.

Tu acerico ideal

Ya hemos visto que hay muchas formas y modelos ¿cuál es el ideal para tí? muy simple, ¡el que más te guste o se ajuste a sus necesidades!

¿Por qué conformarte con uno? Yo tengo varios, porque tengo uno en mi mesa de trabajo pero tengo otro en el neceser que va y viene, tengo otro magnético pegado a la máquina y otro magnético de muñeca.

Además he cosido algunos para mi mami y mi tía ¡es un proyecto fácil y perfecto para utilizar retales!

Un consejillo te vamos a dar, mantenlo limpio para que tus alfileres no se oxiden ni se ensucien.

Pues ya hemos podido comprobar que es un indispensable en el mundo de la costura que puede ser tan básico como práctico.

Nos gustaría saber si tienes un acerico o alfiletero favorito ¡estaremos encantados de leerte!

Nos vemos en la próxima publicación ¡no nos falles!

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