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Halloween

Hoy queremos hacer un recorrido por la historia de la noche de Halloween y descubrir el porqué de su actual popularidad, ¿Te vienes?

La misteriosa noche de Halloween ha experimentado muchos cambios a lo largo del tiempo, muchos de ellos derivados de una mezcla de tradiciones y culturas occidentales, pero debemos saber que su origen se remonta a los pueblos celtas de europa que celebraban su año nuevo, llamado Samhain.
Se creía que en la noche de la víspera de la cosecha, lo que conocemos como noche de Halloween, los espíritus caminaban por la tierra mientras viajaban al más allá junto con hadas y demonios.
Celebraban un ritual par despedir a Lugh, Dios del Sol, y recibir las noches cortas y frías del otoño. En estos rituales, además de sacrificar animales y reunirse en torno a hogueras, los celtas llevaban disfraces de pieles de animales.
También se ponían máscaras o se tiznaban las caras para personificar a los muertos.
Como origen del «truco o trato», los celtas disfrazados iban de casa en casa haciendo tonterías a cambio de comida y bebida, de ahí el dejar comida y bebida en la entrada de las casas como ofrenda a seres sobrenaturales.

Cuando el Imperio Romano conquistó el territorio celta, esta fiesta se mezcló con otras de origen romano como la fiesta de Feralia que conmemora el fallecimiento de los muertos y la fiesta de Pomona, diosa de la cosecha.
En el siglo VII, el Papa Bonifacio IV, decretó el día 1 de noviembre el Día de Todos los Santos para honrar a los mártires que dieron su vida por la fé cristiana.
Esta fiesta originariamente era el 13 de mayo, pero se trasladó para suplantar la fiesta pagana, por una sagrada.
Seguía celebrándose la noche de la víspera con hogueras, disfraces y desfiles pero se empezó a llamar «víspera de todos los santos», que en inglés es «all Hallow’s Eve», que derivó en «Halloween».
Según donde nos encontremos, las tradiciones difieren, pero generalmente encontramos los dulces, el truco o trato, disfraces, tallar calabazas, encender hogueras, hacer bromas, etc. Con el tiempo hemos añadido visitar atracciones embrujadas y ver películas de terror.

Cuando en 1840 los inmigrantes europeos llegan a Estados Unidos, transmiten sus tradiciones como la de tallar calabazas gigantes huecas para colocar una vela dentro, inspiradas en la leyenda de «Jack el tacaño».
Desde entonces la fiesta queda arraigada y, en 1921 se celebra el primer desfile de Halloween en Minnesota.
En a finales de los años 70, cuando se estrena la película «Halloween» de John Carpenter cuando se traslada al cine y la televisión como género de terror.

Se dice que algunas sectas satánicas sacrifican gatos negros en Halloween, motivo por el cual muchas asociaciones dejan de dar en adopción a estos animales, ¡qué barbaridad!
¿Por qué esta barbaridad? Porque, como es sabido, los gatos negros son uno de los animales más representativos de esta tradición y son considerados de mala suerte (mentes cerradas) porque eran el disfraz que utilizaban las brujas para pasar desapercibidas.

Dejemos ese mal trago aparte y hablemos de las calabazas, que como hemos dicho proviene de la leyenda irlandesa de Jack O’Lantern.
Era un bebedor y estafados que no pudo entrar en el cielo por sus pecados. Hizo un pacto con el diablo para que no tomara su alma pero a cambio debería vagar eternamente en el mundo de los vivos. Para iluminar su camino, usó un carbón encendido dentro de un nabo.
Los celtas ahuecaban los nabos y ponían un carbón dentro para alejar a los espíritus y demonios durante el Samhain, y también los depositaban en las tumbas de sus seres queridos para iluminarles el camino de regreso al mundo de los vivos y darles la bienvenida.
Los irlandeses, al llegar a Estados Unidos, conocieron las calabazas y al ser más fáciles de ahuecar que los nabos «dieron el cambiazo».

Respecto a los disfraces, no siempre fueron algo divertido.
Como los celtas pensaban que en esa noche los espíritus volvían para tomar el alma de los vivos, se disfrazaban y utilizaban máscaras para confundirlos y que no los reconocieran como humanos.

¿Y el truco o trato?, antes no eran dulces.
Los celtas dejaban comida a los espíritus para que no les molestaran.
Hay una costumbre cristiana llamada «souling», en la que el día 2 de noviembre (día de los fieles difuntos), los pobres iban de pueblo en pueblo mendigando trozos de paz a cambio de rezos por el alma de parientes difuntos, ya que se pensaba que los muertos permanecían en el limbo durante un período posterior al fallecimiento y estas oraciones podían acelerar el ingreso en el cielo.

Y hasta aquí la entrada de hoy, sin dejar de recordarte que tenemos unas telas preciosas con estampados de Hallowen en nuestra tienda.

Nos vemos en la próxima entrada ¡te esperamos!


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