Hoy vamos a hablar de las fibras sintéticas o fibras químicas.
Como ya te comentamos anteriormente, las fibras químicas se dividen en dos grupos que son las fibras químicas celulósicas (viscosa, acetato y triacetato que proceden de materias vegetales como la celulosa) y las fibras químicas sintéticas (poliéster, poliamida, fibra poliacrílica, etc que proceden de productos petroquímicos).

Con ésto no hay que pensar que las fibras sintéticas son peores que las naturales, simplemente son distintas y para cada trabajo se requiere un material.
¿Vamos a conocerlas un poco mejor?

La viscosa

Es la «más natural» de las fibras químicas, de hecho, muchas personas creen que es una fibra natural y, tal vez, se acaban de enterar ahora de que no lo es.
Para la obtención de la viscosa, la celulosa se disuelve hasta conseguir una solución hilable y, posteriormente, se convierte de nuevo en celulosa pura sin ninguna modificación química.
La viscosa puede fabricarse mate o con brillo, llegando a dar apariencia de seda, algodón o lana dependiendo del brillo y el grosor.
¡Hasta pueden imitar los nudos del lino!

Propiedades:
Entre las propiedades de la viscosa, está su poder de absorción que es mayor que el algodón.
Aunque cuando está mojada es más fácil de desgarrar y es menos duradera que el algodón.

Cuidados:
Puedes lavarla a mano o a máquina, pero con centrifugado suave, como máximo a 40ºC y con detergente para prendas delicadas.
No hay que frotar, retorcer.
Lo mejor es colgarla cuando aún está mojada o enrollar en una toalla y apretar para escurrir.
No debe utilizarse la secadora y, para plancharla, que esté húmeda y seleccionando la plancha para seda, si es posible con un paño húmedo o vapor.
También puedes limpiarla en seco.

Acetato y triacetato

Al contrario que la viscosa, esta fibra no se compone de celulosa puro, sino de acetato celulósico.

Propiedades:
El acetato y el triacetato tienen una superficie con un ligero brillo y un aspecto muy parecido a la seda natural.
Mantienen muy bien la forma y apenas se arrugan.
Aunque el acetato puede absorber poca humedad (6% aproximadamente), se seca muy rápidamente.
Debes tener en cuenta que es una fibra muy sensible al calor (se funde a 210ªC) y se puede disolver en acetona.

El triacetato aún es menos absorbente, aunque es menos sensible al calor (300ºC) y se puede plisar manteniendo la forma.

Cuidados:
El acetato debes lavarlo a 30ºC con detergente para ropa delicada, a mano o a máquina con un centrifugado corto.
También se puede limpiar en seco.
En ningún caso debes utilizar la secadora, además se seca muy deprisa.
Si tienes que plancharlo, mejor hacerlo por el revés con un paño húmedo y a baja temperatura.

El triacetato se puede lavar hasta 70ºC y también una temperatura más alta de planchado (elige seda o lana).
Por lo demás, igual que el acetato.

Elastán

Son hilos de enorme elasticidad que pueden estirarse hasta alcanzar ¡siete veces su longitud! y, después, vuelven a su largo original.
Los tipos más conocidos son la lycra y el dorlastán.
Raramente se trabaja en estado puro, más bien combinado con otras fibras.

Propiedades:
Mantiene durante mucho tiempo la elasticidad de los tejidos y se arruga poco.
Es resistente y de fácil cuidado.

Cuidados:
Todas las telas que contengan elastán, deben lavarse con detergente para prendas delicadas y no se pueden meter en la secadora.
La temperatura de lavado y planchado dependerá de la fibra con la que se mezcle.

Polyamida

Hay de varios tipos, entre los más conocidos está el perlón, el nailon y la helanca.

Propiedades:
Prácticamente tiene las mismas propiedades que el poliéster.
Si la comparamos con el resto de fibras sintéticas, es la más resistente al rasgado y al desgaste.

Cuidados:
Los mismos que el poliéster.
La temperatura de lavado no debe superar los 40ºC.
Para planchar, temperatura mínima y sin vapor.

Fibra poliacrílica

Las marcas más conocidas en esta fibra son dralón, dolán y orlón.

Propiedades:
Prácticamente las mismas que el poliéster.
Se fabrica casi en exclusiva como una fibra rizada y muy esponjosa, con tacto muy similar a la lana.

Cuidados:
Los mismos que el poliéster, aunque la temperatura máxima de lavado es de 30ºC.
No se puede utilizar la secadora.

Microfibras

Las microfibras (trevira fitness, belseta, tactel y diolen sportant), se fabrican a base de poliéster o poliamida.
A partir de las interminables hebras, diez veces más finas que las del gusano de seda, se elaboran hilos finos.
Con ellos se fabrican tejidos tan tupidos que impiden el paso del viento o la lluvia, pero al mismo tiempo son higroscópicos (transpirables), por lo que hacen que el sudor se evapore.
No absorben la humedad sino que la transmiten al exterior, donde se evapora y, por esto, siempre se mantienen secos.
Las telas fabricadas con microfibras son muy suaves y ligeras y tienen todas las cualidades que nos gustan de las fibras sintéticas como la resistencia al desgarro y facilidad de cuidado.

Cuidados:
Se pueden lavar a máquina a 40ºC con un programa para ropa delicada y el detergente adecuado.
No utilices un programa de centrifugado alto ni la secadora.
Deja secar colgada y plancha a temperatura moderada.
¡Ah!, no utilices suavizante o perderá el efecto impermeable.

Poliéster

La más conocida y polifacética de todas las fibras sintéticas.
Los tipos más conocidos son trevira, tergal, diolen y dacrón.

Propiedades:
Es muy resistente y se puede termofijar muy bien, por lo que los pliegues y plisados se mantienen de lujo.
Mantiene la forma y a penas se arruga.
No es atacado por la polilla, es resistente a la degradación y, además, es suave y agradable al tacto.
Apenas absorbe humedad.

Cuidados:
Se puede lavar en la lavadora hasta 40ºC, algunas fibras hasta soportan 60ºC, eso sí, no te olvides de mirar la etiqueta.
Si lo lavas a alta temperatura, pueden formarse arrugas muy difíciles de quitar, por lo que no lo recomendamos a menos que sea imprescindible.
Para la ropa de color, recomendamos un detergente para prendas delicadas.
Debes poner un centrifugado bajo, pero se seca muy deprisa.
Las prendas de punto, como las que llevan lana, deben secarse extendidas sobre una superficie.
Puedes usar la secadora, aunque a baja temperatura y, teniendo en cuenta la etiqueta de la prenda, para evitar arrugas que luego no se quitan.
Casi nunca precisa plancha, pero si lo necesita, utiliza temperatura media (posición seda) y plancha con un trapo húmedo.
También admite el lavado en seco.

Hasta aquí nuestro recorrido de hoy por las fibras sintéticas, esperamos que te haya gustado y te esperamos en la siguiente entrada.